miércoles, 3 de julio de 2013

Baryonyx Walkeri (Esqueleto y detalles)




En primer lugar, siento actualizar tan tarde, me esperaría a actualizar la semana que viene, pero no quiero comenzar a decaer en el hábito de bloguear... Así que, hoy os presento, las ilustraciones que presenté para el concurso que ofrece la Fundación para el estudio de los Dinosaurios en Castilla y León; al principio mi intención era realizar dos láminas, expresamente para el concurso, una que sería el esqueleto y detalles del cráneo y de una extremidad anterior, es decir, la que os presento hoy, y otra, en la que habría ilustrado al Baryonyx tal y como podría haber sido en vida. Prometo hacer esa última parte, no para el concurso, si no como proyecto personal

Ha sido apasionante adentrarme -muy superficialmente, eso si- en el mundo de la paleontología, suponer, e imaginar, como podrían moverse, como podrían desplazarse estos reyes del pasado, cuál habría sido la táctica de caza del Baryonyx, pues por la documentación que encontré, cabe decir que esta debía ser muy parecida a la que empleaba el oso grizzly actualmente, pues hablamos de un dinosaurio piscívoro. Tal vez fuese así, ya que en las extremidades anteriores, poseía, -detalle de la ilustración- una garra de 30 cm, así que la función de esta podría estar ceñida a la caza de pescado, o bien, podría ser un rasgo único en los machos de la espécie, y estos quizás las usaban como elemento de batalla entre ellos, en la época de apareamiento. O quién sabe si el Baryonyx llegaba a pasar tanta hambre, que en su desesperación por comer, se alimentaba de carroña, y abría las tripas con esa gran garra a modo de cuchillo.

A muchos les podrá recordar al Spinosaurus Aegyptiacus, gran saurio familiar del Baryonyx, compartiendo el cráneo en forma crocodiliana, pero de dimensiones superiores a este, y con una gran vela en su lomo. Aparece en la última película de Jurassic Park, la tercera, tal y como podría haber sido en un pasado.

En cuanto a su anatomía y forma de apoyarse, su cuello, sin forma de "S"y el que las vértebras cercanas a la cadera sean más grandes, lo cuál hace suponer que en esa zona se depositaba más peso, hacen pensar en la firme posibilidad de que el Baryonyx, tuviera una posición parecida al iguanodonte, es decir, que apoyase todas sus extremidades en el suelo, y descansase sobre todas sus patas, aunque al desplazarse lo hiciese erguido sobre las traseras, y no apoyando las extremidades anteriores, pues sus garras quizás fuesen una moléstia. Esto es más fácil de imaginar comparándolo con el Tyrannosaurus Rex, ya que este si poseía el cuello en forma de "S", además de tener unas extremidades anteriores demasiado pequeñas como para servirse de apoyo, y huesos de las patas traseras mucho más largas y anchas.

Y bien, hasta aquí... Un viaje al pasado con el Baryonyx Walkeri, hasta pronto!

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